.....hace muchooo que no escribooo, no porque no haya tenido ganas, pues a veces por falta de tiempo, por vagancia, por el buen tiempo, o simplemente porque estábamos en verano, y sí, en un abrir y cerrar de ojos estamos en otoño. Con lo largo que es el invierno, y sobre todo aquí en Galicia, y lo cortito que es el verano, que parece que sabe a poco, aunque este año no nos podemos quejar de lo bueno y generoso que ha sido.

Digamos que comencé el verano con mis tardes en Lapamán y en la noche de San Juan, en la playa de Tulla, con una enorme hoguera, bocatas y churrasco desde el bar Galifornia que llevaba mi profe de pintura Miriam. Desde Tulla continuamos el puente de San Juan en el Camping de Baiona Beach, un camping 5 estrellas, por su localización, sus instalaciones, sus infraestructuras, su ambiente...mirad si me gusta que ya es como la cuarta o quinta vez que repito. Desde el camping puedes ir caminando por el paseo hasta el casco viejo de Baiona, al parador o incluso darte un baño en la playa. Si te apetece reponer fuerzas, en la zona antigua encontrarás varios restaurantes como el Jaqueivi, O Recuncho y mi favorito El Pescador donde podéis degustar paté de centolla con mermelada de arándanos buenísimo, o latas de mejillones en escabeche.
La siguiente parada que hice en mi periplo de verano´16 fue a Muros, desde la playa de Louro , la de Ancoradoiro hasta Carnota, que playas tan paradísiacas, así como peligrosas y frías. Justo enfrente a la playa de Louro,en el Enxebre, se pueden tomar las mejores almejas de la costa.


Como este año el tiempo se ha portado fenomenal, parte de mi verano he estado en la Mariña Lucense, con alguna que otra escapadita a Asturias, para disfrutar de las playas de Tapia y Porcía, paseos por la Ría de Ribadeo, así como de sus chiringuitos, cualquiera de los dos espectaculares, el Playa de Tapia y el Menos Mal Porcía, una pena que sólo funcionen durante el verano, porque son un exitazo. El resto del verano he estado en las Rías Baixas, con punto base en Sanxenxo, moviéndome entre la playa de Pragueira, en donde hay un chiringuito que hace el mejor bocata del mundo de tortilla francesa, la playa de Foxos para saltar las olas, la Lanzada para pasear hasta el último rayo de Sol y las de San Vicente para acabar la noche en el Naútico. Pude disfrutar de la fideuá del Burás en Portonovo, de los pescados del Moncho en el Puerto de Sanxenxo, de los menús espectaculares del Naútico, de conciertos de Quatro de Abril en el Gran Casino de la Toja y en la plaza de la Herrería de Pontevedra, y como no, de la mejor fiesta del verano del Albariño en Cambados.

...y nos ponemos en la última semana de agosto, y para despedir bien el verano, que mejor sitio que Ibiza. Volviendo a lugares mágicos como El Tira pallá de Dalt´Vila, fiestas inolvidables como la de los años 80 del Hard Rock o el Flower Power de Pachá, o perderme entre los mercadillos de las Dalias o Es Cannar, sin dejar de bañarme en el agua caliente y cristalina del mediterráneo en playas nudistas como Cala Salaeta o contemplar la puesta de sol desde el Chiringo de Cala Conta.
De vuelta a la realidad, nos plantamos en el mes de septiembre, y como no, con el reencuentro de mi gente el 8 de septiembre, día de Asturias, en Porcía, entre sidras y bailes y cantos a La Cari, llegamos como todos los años todas las AMIGAS juntas a Porcía.
De repente el otoño se presenta y con él mi cumple, y eso significa que ya tengo un año más, que ya soy un año más vieja que la última vez que había escrito. Un curso nuevo, diferente, afrontando nuevos cambios, siempre bien avenidos, con alegría e ilusión, y aprendiendo un montón de cosas nuevas y gente nueva....
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