lunes, 23 de marzo de 2015

BeneLux

    Hace dos veranos, tuve la oportunidad de viajar al Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo y Bruselas), aunque haciendo una pequeña variación, cambié Luxemburgo por París y por Colonia, así que podríamos llamarlo Benepacol (o algo así).
   Comencé el Viaje en Ámsterdam, la capital del río Dam, es una de las capitales europeas que conozco que más me fascinó, como dentro de un Kaos tremendo estaba todo perfectamente ordenado (coches, tranvías, bicicletas, motos, peatones). La definiría como una ciudad moderna, cosmopolita (coffe-shops, barrio rojo, tiendas trendy), romántica (puentes con sus canales, calles peatonales, sus pequeñas placitas), ciudad con movimiento (Plaza Dam, Plaza Leidsplein, El VoldenPark), sin olvidarnos de su tradición y gran variedad de cervezas. Si eres un amante de las cervezas, como yo, no dejes de visitar el Museo Heineken, y el Museo De Gooier (es un antiguo molino de viento, hoy en día es un bar donde puedes probar y ver la gran totalidad de cervezas europeas, entre ellas Estrella Galicia). De plaza en plaza, de mercadillo en mercadillo, de puente en puente, de canoa en canoa, desde la Casa de Ana Frank, hasta el barrio rojo nocturno, sin olvidar los Coffe-Shops,  Amsterdam nunca dejará de sorprenderte.  

     Siguiendo con mi viaje, mi siguiente parada fue Rotherdam (también pasa el río Dam), ciudad de compras, llena de tiendas y vendedores de perritos por las calles, con un grandioso puerto pesquero, quizás de los más importantes de Holanda, continuando llegamos a Amberes o Antwerp dejando a un lado Utrech. Amberes, es una ciudad empedrada, tiene una preciosa catedral estilo gótico,  conocida como Iglesia de Santiago, pues por ahí también pasa el camino de Santiago de los países bajos, que da a la plaza más importante junto con el ayuntamiento y un museo de Antwerp. Amberes también tiene uno de los puertos internacionales más importantes, y una preciosa estación de trenes, metro y autobuses.
     Nuestro periplo continuaba hacia París, capital de Francia, también ciudad del Amor, llegar a París de noche, viendo la Torre Eifel delante de ti, es una de las escenas más románticas que se pueden tener en París. Al contrario de Amsterdam, es una ciudad más antigua, lo que no significa más vieja, con mucho atractivo que ver. Podemos empezar por el Arco de Triunfo, y caminar todos los Campos Elissios, viendo las mejores y más chics tiendas de la ciudad de la moda, hasta llegar al Río Sena, que te lleva directamente hasta la Torre Eifel. Podría dedicar un post entero a París, bueno a cada una de las ciudades que he visitado, pero para no ser una plasta, que no te puedes perder en París, pues el Museo del Louvre, Los Trovadores, el Barrio de los Pintores Montmartre, La Catedral de Notre Dame, El Moulin Rouge, un paseo por el Sena, la Auténtica estatua de la Libertad, los Campos Eliseos,  el Centro Pompidou. Y a unos 20 km de París, está Versalles, allí verás el Palacio de Versalles  es un edificio que desempeñó las funciones de una residencia real en siglos pasados. Su construcción fue ordenada por Luis XIV, y constituye uno de los complejos arquitectónicos monárquicos más importantes de Europa.
 

   
  Dejando el país Francés, nos dirigimos a nuestro tercer país, Bélgica, comenzando por dos pueblecitos preciosos que no puedes dejar de visitar, Gante y Brujas, son dos "ciudades encantadas", cuando llegas allí parece que estás viajando al pasado o la época de Harry Poter. Las dos son ciudades empedradas, con varios canales por encima del río Zwyn (las venecias del Norte), con callecitas que llevan a la plaza central o la plaza Mayor del pueblo. En cualquiera de los dos pueblos, te encontrarás gran multitud y variedad de cervezas, de Bélgica, de Holanda y alguna también Alemana, por su cercanía con estos tres países. 
    Bajando al sur del país, llegamos a Bruxelas, Capital de Bélgica y la Sede Administrativa de la Unión Europea. no te puedes ir de Bruselas sin visitar la Grande Place, el Atomiun y el Manneken Pis, es una ciudad pequeñita, poco segura y llena de gente humilde por las calles.

    Ya llevamos tres países a nuestras espaldas y aún nos queda el cuarto, Alemania (Germany), nos adentramos en este país y visitamos Colonia o Klon. Nombre que se le da a la famosa fragancia "agua de colonia" que como cuenta la historia, era una fragancia que traían los italianos emigrados a colonia, y se le empezó a llamar Agua de Colonia. En colonia no te puedes perder su Majestuosa Catedral de estilo gótico que comenzó a construirse en 1248 y no se terminó hasta 1880 y está situada en el centro de la ciudad.  En los bombardeos efectuados por los aliados durante la Segunda Guerra Mundial la catedral sufrió graves destrozos, aunque su estructura se mantuvo intacta: se dañó la base de la torre izquierda (que permaneció muchas décadas sin restaurar, siendo visible la estructura de ladrillo que se colocó inmediatamente después del daño) y, sobre todo, se destruyeron (por las vibraciones) muchos vitrales; otros pudieron ser retirados a tiempo. La única bomba que le afectó directamente fue la que causó los daños en la torre. La catedral contaba con un sistema de iluminación que advertía a los pilotos de los bombarderos. Pese a los destrozos, la estructura continuó dominando la silueta de la ciudad en ruinas. Son memorables las imágenes de la procesión del Corpus en 1946, por entre la ciudad en ruinas, hacia la catedral. Hoy en día es Patrimonio de la Humanidad desde 1996.  No te puedes perder el Museo del Chocalate (chocolates Lind) y el Puente  Hohenzollernbrücke o más conocido como el puente de los candados, donde puedes "candar" tu amor con quien tu quieras.  


       Sin dejar Alemania, el último sitio que hemos visitado en este precioso viaje fue Dusselford, está  atravesada por el Rin, es el núcleo de un área metropolitana y es el centro económico de Alemania Occidental.
    Y después de estos cuatro maravillosos países europeos, tocaba la vuelta a nuestra querida España, esa España nuestra, con más cultura, más conocimiento, más contentos de saber lo bien que se vive en España, de lo bien que se come, y de lo mucho que nos quieren y nos aprecian en el extranjero. 

viernes, 13 de marzo de 2015

Puerta de Galicia, Puente dos Santos, Playa de Las Catedrales: Ribadeo

     Se me llena la boca con sólo mencionar su nombre, Ribadeo, que como su propio nombre indica es la Riba del río Eo, que pasa por mi pueblo A Pontenova y desemboca en Ría de Ribadeo. Ribadeo se encuentra en el oriente de Galicia, podemos decir que es el último pueblo de la Mariña Lucense o como a los ribadenses les gusta decir, Puerta Norte.
     

Es un Ayuntamiento que además de lindar con el mar, linda con la Maravillosa Comunidad de Asturias, sólo están separadas o unidas por el "Puente de los Santos", que es el puente que une a estas dos comunidades por encima del mar, marcando el inicio y el fin con dos Capillas, de ahí la explicación de su nombre.
     En Ribadeo tienes cantidad de cosas que visitar, empezamos por las playas del Concello, la más reconocida  nivel mundial, la preciosa Playa de las Catedrales en la Devesa, al ladito, y no tan conocidas y no por ellos menos preciosas, la playa de Los Castros, Benquerencia, As pasadas, y ya al otro lado de la Ría, se encuentra Arnao, y otra de mis favoritas Peñarronda, en el concejo de Castropol. Siguiendo con el mar, no puedes dejar de visitar, Illa Pancha, que es donde se encuentra el Faro de la Ría, y al lado un antiguo embarcadero donde llegaba el tren procedente de A Pontenova cargado de carbón de las minas que allí se encuentran. Desde el puerto deportivo, hay embarcaciones que ofrecen un lindo paseo por toda la ría, y te acercan hasta los pueblos asturianos vecinos, Castropol y Figueras.
      Ya en el centro del pueblo, puedes visitar La Torre de los Moreno, un antiguo edificio de construcción colonial (como allí se les suele llamar a las casas coloniales), que hicieron unos gallegos emigrantes a Cuba, y cuando regresaron construyeron majestuoso edificio en el centro del pueblo con unos soportales conocidos como los Cantones. Paseando por la Villa, llegas al puerto deportivo, bien caminando o usando el "Ascensor Panorámico" que te sube y baja a las dos partes del pueblo. Si optas por subir caminando, desde el Restaurante San Miguel, verás el Palacete del que fue presidente del gobierno en los primeros años de la democracia, Calvo Sotelo.
     Después de tanto ver, caminar y descubrir sitios maravillosos, toca reponer fuerzas tomando unos aperitivos en sitios como La Lira, La Bugalla, El Cabás, el San Roque o el Taller, (por mencionar algunos), si te apetece comer de plato puedes probar en La Solana, o Restaurante San Miguel en el puerto, y La Botellería donde mezcla la cocina moderna con la tradicional, y como no, no puedes irte de Ribadeo sin probar el Pulpo del Villaronta espectacular!!!