El río Miño nace na Serra de Meira y desemboca entre Caminha y La Guardia y hace de frontera natural entre dos países, España y Portugal. Ya os he hablado en varias ocasiones de nuestro país vecino mágico, pero como está ahí al ladito pues suelo visitarlo con bastante frecuencia.
La penúltima escapada me he ido a comer una pizza de esas mágicas de las que ya os he hablado a Monçao, he tomado el café en Valença y caminando por el "antiguo puente fronterizo" he vuelto a Tui, la verdad es que es un paseo precioso, además de caminar por un trozo del Camino de Santiago. Esta vez, el punto base estaba en Tui, que además de su bonita Catedral, superimportante pues es la sede del Arzobispado Tui-Vigo, tienes otra cosas lindas que visitar, como la plaza del ayuntamiento rodeada de tascas con terrazas, sus calles empedradas hacia arriba y hacia abajo, o el Parador de Tui o La Tapería A Nova Terra para tomarse una buena hamburguesa de boi, y para salir de marcha y bailar toda la noche, la discoteca Annubis, donde te lo pasarás genial.
Siguiendo aguas a bajo del Río Miño, por fin he cumplido mi promesa de visitar Braga, miniciudad romana con perfectos empedrados, ideal para pasar un día, le llaman la Roma del Norte, pues hay más de 30 templos.
Podemos decir que por un lado se encuentra La Braga Antigua y por otro la Braga Nueva. En la antigua callejeando por sus estrechas y peatonales calles llegas a lugares como la Catedral, los Jardines de Santa Bárbara o el auténtico café A Brasileira, a partir de aquí comenzó toda la saga. En la parte nueva, encontrás largas avenidas como la Avenida Da Liberdade, donde están las tiendas más trendy del mercado. Para dormir te recomiendo el Ibis Central, pues por su ubicación y su parking propio, es el mejor y superbien de precio, y para comer cualquiera de los bonitos restaurantes con terracitas que se encuentran cerca de la catedral.
Es parada obligatoria, subir al Bom Jesus do Monte, es un Santurio y un lugar de peregrinaje. Su característica más prominente son sus escaleras barrocas, con un desnivel de más de 116 metros.
Ya de vuelta a España, y muy cerquita de Braga, se encuentra Ponte de Lima, qué como su nombre indica tiene un puente romano con más de 15 pilares sobre el río Lima. Tiene una gran riqueza arquitectónica, pues además del puente, hay una torre, un parador y calles empedradas por las que callejear. Es una ciudad de vistas al río, con varios restaurantes con terrazas al río donde poder tomarte un buen Bacallau o una Françesinha. Si eres niño, o los tienes, o alguna vez lo has sido, no dejes de visitar el Museo do Brinquedo o también el Museo del Juguete, donde se pueden ver todos los juguetes que han existido a lo largo de
la historia, impresionante.
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