jueves, 17 de noviembre de 2016

golegà

       Leéis la palabra golegà y no os dice nada, inmediatamente buscáis en google y el primer link que os sale es "feria internacional do cavalo". Pues sí, el pasado fin de semana tuve la gran suerte de poder visitar el pueblo de Golegà, que se encuentra situado a unos 120 km de Lisboa y a 80 de Cáceres, es decir, en el interior de Portugal. Golegà es conocido por su unión a la vida del caballo, sus calles empedradas generan un lindo ruído al paso de caballos al trote y al galope. En el centro del pueblo, en vez de tener una plaza central, como en la gran mayoría de los sitios, tiene una pista de arena arábiga de salto y entreno para caballos, pues quien más y quien menos tiene un cavalo no seu fogar.
     Cada 11 de Noviembre, se celebra el día de San Martín, y en torno a esa semana, el pueblo celebra su "Feria del Caballo", considerada la más grande e importante de Europa, pues los caballos "lusitanos" tienen su principal origen en estas tierras portuguesas. 
Durante una semana el pueblo pasa de 4500 habitantes a más de 10.000 incluídos los ejemplares caballares. Gente de la península ibérica, de Inglaterra e incluso desde Alemania invaden este hermoso pueblo con elegantes carruajes tirados por caballos y fabulosos jinetes adiestrados. Tal es la conexión entre animales y personas, que se comparten en tablaos flamencos las sevillanas con rejoneo de caballos. Bares y restaurantes se llenan de gente probando comida típica de la zona, como porco ao espeto, arroz tamboril o castañas saladas, mientras en las puertas de estos locales se forman unas barreras de caballos escoltando los locales, montados por sus jinetes, al mismo tiempo que gozan de un ambiente festivo y lúdico.
    Entre otras curiosidades, destaco, la vestimenta de los jinetes, totalmente preparados para la ocasión, con sombreros, botas, capas de lana, y para los caballos calcetines y orejeras para prevenirlos del frío y demás impertinencias. Pero...si te pasa como a mí, que no llevaba nada de eso, no te preocupes, encontrarás millones de tiendas para poder comprarte todos estos atuendos.
Ya para rematar, otra de las cosas que más me ha gustado, ha sido la "bebida mágica de la feria", se trata de un licor de guindas que se sirve en un chupito de chocolate, blanco o negro (a elegir), y una vez que te lo tomas te lo comes, se llama ginjinha, y está de requechupete. Con un relinche me despido diciendo que ahora ya sé lo que es un pura raza español, un lusitano y un inglés, y que me encantaría volver...
P.D.: anécdotas a parte, he compartido mantel,risas, copas y flamenco con Manolo García (el del último de la fila :-))