Releyendo el blog veo que desde Carnaval no he vuelto a escribir y ya estamos acabando otro curso más, a tan sólo una semana...bufff como pasa el tiempo. Y mira que he hecho cosas este año también, en febrero maté mi gusanillo de esquiar en Fuentes de Invierno un fin de semana fugaz pero en marzo fuimos a esquiar al Top Ten de las estaciones de Esquí españolas, Baqueira en pleno Valle de Arán. Pedazo estación, dividida en varias zonas como Beret, El Mirador, La Bonaigua, el Cap de Baqueira y seguro que me queda alguna más, con más de 180 km esquiables. Fue la mejor estación de todas en las que he estado, fácil, asequible, con montones de facilidades y opciones, con gente llena en los locales más chic como el "Moet", o el Val de Neu.
Pero en el Valle de Arán también se puede ir de compras por las tiendas de Vielha, llenas de luces navideñas para crear un ambiente montañés, o ir a cenar a lugares mágicos de Arties o Baqueira, tales como Casa Peru, famoso por sus tortillas o Casa Inés, local de Estrella Michelin donde el Rey Juan Carlos cena durante sus estancias. Si lo que te gusta es el Vesugo puedes ir a Esquiró en Baqueira y depués ir a tomarte una copita a La Luna en Artíes.
Aprovechando el viajecito fue parada obligatoria en el País Vasco, la primera vez para mi, y espero no tardar mucho en volver, pues entre Pintxo y Txacolí, no sabría con cual de los dos quedarme. Ya había escuchado que San Sebastian es una de las ciudades más bonitas de España, y esta vez he podido comprobarlo. Además de la preciosa Playa de La Concha, que por su forma de "concha" me recuerda a Gijón o a La Coruña, descubrí lugares como La Catedral o la Plaza de la Constitución. Y para ir de pintxos me quedo con El Tamboril para las setas, el Gambara para los cruesancitos con jamón y el mejor el Txepetxa si te encantan los boquerones y las anchoas del cantábrico como a mi.
Y de camino hasta Bilbao, fuimos a ver la Iglesia de San Juan de Gaztelugatxe, se encuentra en el municipio de Bermeo, y es una Iglesia construíada en la cima de un acantilado y que para acceder a ella hay que subir 240 escalones (fue la iglesia donde se casó Anne Igartiburu), un paisaje espectacular.
Ya entrando en Bilbao puedes ver la Gran Obra del Museo Guggenheim a los pies del Río Nervión que rodea toda la ciudad. Bilbao también me impresionó, pero como fui en un día festivo no se apreciaba bien el auténtico bullicio de la ciudad, eso sí, los pintxos de los bares como el Guri Toki o el Bilbabo de la Plaza nueva no tienen nada que envidiar de San Sebastián.
Qué ganas de volver!!! eskerrik asko !!!
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